Ronaldinho Gaúcho, uno de los íconos más recordados del fútbol por su magia y estilo, expresó recientemente su opinión sobre cómo el deporte ha cambiado drásticamente. Para él, el fútbol con el que creció estaba marcado por el espectáculo: el dribbling, los duelos uno contra uno y un enfoque que priorizaba el arte en el campo por encima de todo. “El fútbol de hoy es muy táctico y basado en la posesión”, dijo Ronaldinho en una entrevista con @futbolemotion.
El brasileño lamenta que el fútbol moderno se haya alejado de esa esencia creativa y espontánea que tanto fascinaba a los aficionados. En su opinión, los equipos actuales están más preocupados por obtener resultados que por ofrecer un espectáculo atractivo. Sin embargo, él prefiere un estilo donde la belleza del juego prevalezca, incluso si su equipo pierde.
Esta declaración resuena con muchos fanáticos que sienten nostalgia por un fútbol más libre y menos encorsetado. Ronaldinho es recordado por su capacidad de convertir cualquier jugada en algo memorable, algo que parece estar desapareciendo en el panorama actual. Su habilidad para improvisar y su alegría contagiosa en el campo simbolizan una época dorada que muchos desean ver nuevamente.
A pesar de la evolución del deporte, Ronaldinho sigue inspirando a las nuevas generaciones de futbolistas. Su mensaje es claro: el fútbol no debería ser solo una búsqueda de victorias; debería ser un arte que enamore a quienes lo juegan y lo ven. Quizás, sus palabras sirvan como un llamado a volver a valorar el “jogo bonito”, esa esencia brasileña que marcó su carrera y que sigue siendo un referente mundial.
Para Ronaldinho y muchos como él, el fútbol no solo se trata de resultados, sino de emociones, creatividad y magia. Y aunque los tiempos cambian, la esencia del “jogo bonito” siempre será una inspiración para mantener vivo el espíritu del deporte.