The Conjuring 4: Last Rites (2024) lleva a los espectadores de nuevo al aterrador mundo de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, quienes, esta vez, se enfrentan a un caso que va más allá de cualquier cosa que hayan experimentado antes. En esta cuarta entrega, los Warren deben enfrentar un mal ancestral, cuya raíz está en un ritual oscuro y prohibido que amenaza con desatar una fuerza demoníaca imparable.
La trama comienza cuando Ed y Lorraine Warren son llamados para investigar una serie de eventos inexplicables en una pequeña ciudad rural. La familia Ryder, los afectados, vive en una casa antigua que parece estar maldita desde que sus ancestros realizaron un ritual demoníaco hace siglos. Tras una serie de fenómenos extraños y aterradores, la familia busca la ayuda de los Warren, quienes rápidamente descubren que esta no es una simple posesión, sino algo mucho más antiguo y peligroso.
El caso lleva a los Warren a un profundo estudio de rituales oscuros de la antigüedad, ya que descubren que la casa y la familia están vinculadas a un culto ancestral que trató de invocar un poder demoníaco prohibido. Este culto, siglos atrás, realizó un ritual cuyo propósito era desatar una entidad demoníaca conocida como “El Cazador”, una fuerza maligna cuya única intención es poseer las almas de aquellos que estén relacionados con su invocación.
A medida que los Warren investigan más sobre la historia del culto y su conexión con los Ryder, se dan cuenta de que, para detener el mal que se está desatando, deben realizar un ritual para deshacer la invocación original. Sin embargo, el mal ya está demasiado arraigado en la familia Ryder y en la casa, lo que hace que los espíritus demoníacos se vuelvan más agresivos y peligrosos, atacando tanto a los Warren como a los miembros de la familia. Los Warren luchan contra tiempo, enfrentándose a visiones horribles y seres demoníacos, mientras se adentran cada vez más en el oscuro secreto que conecta a los Ryder con la invocación de esta entidad malévola.