El padre de Pedro Sánchez, PILLADO evadiendo impuestos: “3 millones de euros”

**¡Escándalo en la Moncloa! El padre de Pedro Sánchez, acusado de evadir impuestos por 3 millones de euros.**

En un giro sorprendente de los acontecimientos, el periodista Alejandro Entrambasaguas ha revelado que el padre del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha estado utilizando una sociedad patrimonial para evadir impuestos, acumulando un patrimonio oculto de casi 3 millones de euros. Esta revelación plantea serias preguntas sobre la ética y la transparencia del líder socialista, quien ha hecho de la lucha contra la evasión fiscal uno de los pilares de su mandato.

Desde que su hijo asumió el poder en 2018, la empresa de su padre ha facturado más de 20 millones de euros, convirtiéndose en una máquina de generar ingresos millonarios. Sin embargo, mientras Pedro Sánchez ha exigido ejemplaridad a su partido y ha prometido una lucha feroz contra la evasión fiscal, su propia familia ha estado operando en la sombra, utilizando tácticas cuestionables para reducir drásticamente su carga fiscal.

La maniobra es clara: la creación de una segunda sociedad casi idéntica a la original ha permitido al padre de Sánchez mantener el negocio a flote y recibir un alquiler ventajoso de 10,000 euros al mes, mientras evita tributar adecuadamente. Este esquema, considerado un clásico de la ingeniería fiscal, ha permitido a la familia Sánchez blindar su patrimonio, contradiciendo las promesas de justicia social que el presidente ha pregonado.

La hipocresía es evidente. Pedro Sánchez, que despidió a su ministro Máximo Huerta por un caso menor de evasión fiscal, ahora enfrenta un dilema moral al proteger a su propio padre, cuyas acciones encajan perfectamente en lo que él mismo ha condenado. Este escándalo no solo mancha la imagen del presidente, sino que también pone en tela de juicio la integridad de su administración.

La familia Sánchez, que se ha presentado como símbolo de progreso y justicia, ahora se ve atrapada en un escándalo que podría tener repercusiones devastadoras. La urgencia de esta situación no puede subestimarse: el tiempo corre y la presión sobre el presidente para dar explicaciones es cada vez mayor.