El comienzo de temporada para 2025 de la Fórmula 1 para Max Verstappen no es el que esperaba. A pesar de haber conseguido un sorprendente segundo lugar en la primera fecha del calendario en el Gran Premio de Australia, los resultados obtenidos en el Circuito Internacional de Shanghái puso en perspectiva el nivel de ‘Red Bull Racing‘, en comparación con el resto de escuderías en el Mundial de la categoría reina del deporte motor.

El actual campeón del mundo sumó 18 puntos en el pasado GP de China, gracias a los seis (6) puntos en la carrera ‘Sprint’ y los 12 en el gran evento del trazado de Shanghái. Sin embargo, el neerlandés nunca demostró tener el ritmo necesario para pelear contra los McLaren, Mercedes o incluso Ferrari, al finalizar 16 segundos después de Oscar Piastri en la carrera del domingo y, del mismo modo, clasificar en la cuarta plaza en la sesión de ‘qualifying‘.
La defensa del título se complica para Max Verstappen
Max comunicó su decepción con el monoplaza al término de la sesión de clasificación, en la que no veía ninguna posibilidad real en la que se sentara en lo más alto del podio. “¿Posibilidad de ganar? Sí, si todos los demás se retiran. Somos la cuarta fuerza”, declaró Verstappen.
¿Posibilidad de ganar? Sí, si todos los demás se retiran. Somos la cuarta fuerza
Max Verstappen
“La vuelta ha estado bien, pero ha sido muy difícil conseguir un equilibrio consistente en cada vuelta, en cada curva básicamente. Ha sido duro. Pero estamos trabajando en ello y tratando de hacerlo mejor”, explicó el cuatro veces campeón del mundo. Sin embargo, su frustración viene mayoritariamente por el rendimiento de su RB21, ya que “a veces mi aportación no es la que recibo del coche y eso hace que sea bastante difícil clavar cada curva”.
El piloto de Red Bull logró mantener su cuarta posición de partida en la carrera del domingo, en la que mostró una versión más entusiasmada con su rendimiento. “El ritmo al final me deja más optimista y esperanzado, hubiéramos necesitado un Shanghái de 6 horas”, dijo el neerlandés.
Las dificultades con el RB21 se puede ver en Liam Lawson. El nuevo piloto de Red Bull colocó su monoplaza en la última posición en las dos sesiones de clasificación en China, tras tener problemas en todas sus tandas en Melboune.