Mariana Sánchez, la novia del icónico merenguero Rubby Pérez, ha decidido romper el silencio y compartir una verdad desgarradora que ha conmovido al país. En una reciente entrevista, Mariana reveló que horas antes de su trágica muerte en pleno escenario, Rubby le confió un sueño premonitorio en el que el escenario se desmoronaba bajo sus pies. A pesar de su preocupación, él se negó a cancelar el espectáculo, argumentando que llevaba 40 años en la música y que no podía dejarse vencer por un mal presentimiento.
La noche del colapso, mientras Rubby interpretaba su canción más emblemática, el techo del local se derrumbó, causando caos entre el público. En esos momentos críticos, Rubby, aún consciente, le susurró a Mariana: “Esto no es el final”, instándola a cuidar su legado y a no dejar que lo olvidaran. Sus últimas palabras, llenas de amor y dolor, han resonado profundamente en la comunidad, y Mariana ha enfrentado críticas por su relación con él, que generó controversia por la diferencia de edad.
Las investigaciones posteriores revelaron que la discoteca Jetset, donde ocurrió la tragedia, presentaba graves fallas estructurales que habían sido ignoradas. Empleados del local habían advertido sobre deformaciones en los soportes, pero la administración decidió continuar con el evento, priorizando el lucro sobre la seguridad. La tragedia no solo cobró la vida de Rubby, sino que también puso de manifiesto la negligencia en el manejo de locales de entretenimiento.
A medida que el país llora la pérdida de Rubby Pérez, su legado musical sigue vivo. Su música ha resurgido en plataformas de streaming, y su influencia perdura en el corazón de muchos. Mariana ha tomado la valiente decisión de compartir su historia, un testimonio que resuena con el amor que ambos compartieron y que invita a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y el verdadero significado del amor.