¡ÚLTIMA HORA! La hija de Rubby Pérez, Sulinka, ha roto el silencio y ha revelado detalles escalofriantes sobre la trágica muerte de su padre, un evento que ha conmocionado a la nación y dejado a la música latina en un profundo luto. En un emotivo homenaje, Sulinka, con la voz temblorosa, se dirigió a un teatro lleno, desnudando su dolor y pidiendo justicia a través de una interpretación desgarradora de la canción “Color de Rosa”.

La tragedia ocurrió en Jetset, en Santo Domingo, donde el legendario merenguero se encontraba a punto de actuar. Nadie podía prever que en cuestión de segundos, el lugar se convertiría en un caos absoluto. Rubby, atrapado entre los escombros, continuó cantando, su voz resonando en medio del horror, una última súplica para que los rescatistas lo encontraran. Sulinka, quien estaba a su lado, recordó cómo su padre la empujó a un lugar seguro, sacrificando su propia vida por su hija.

Ana Pérez, la menor de las hijas, hizo una declaración impactante en el funeral: “Esto no fue un accidente”. Sus palabras resonaron en el aire, desatando un torrente de emociones en todos los presentes. La tragedia no solo cobró la vida de Rubby, sino que destruyó sueños y familias, dejando un vacío en la cultura dominicana.

Las hijas de Rubby han decidido no dejar que su legado se apague. A través de la Fundación Rubby Pérez, están luchando por cambiar la realidad de la seguridad en espacios públicos y preservar la música de su padre. “No queremos que lo recuerden solo por sus canciones, sino por las vidas que se salvaron después de su muerte”, afirmó Ana Beatriz, dejando claro que su lucha apenas comienza.

El país entero se encuentra paralizado, no solo por la pérdida, sino por la urgente necesidad de justicia. Las investigaciones han revelado una cadena de negligencias y corrupción que culminó en esta tragedia. Mientras el eco de la voz de Rubby sigue vivo, sus hijas se levantan como un símbolo de resistencia, transformando su dolor en un poderoso llamado a la acción. El legado de Rubby Pérez no se extinguirá; su historia recién comienza.